Se trata de ecosistemas acuáticos que albergan especies de flora y fauna en las comunas de Coinco, Las Cabras, Malloa, Mostazal, Nancagua y Pichidegua.

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Chile es un país con una importante presencia de humedales. Según el Ministerio del Medio Ambiente, existen más de 40 mil desde los salares de la Puna hasta las turberas de Magallanes, los que albergan una diversidad biológica singular y en algunos casos alto endemismo, pero también contribuciones a las personas que van desde ser grandes sumideros de carbono a las posibles soluciones en la reducción del riesgo de desastres.

Existen una variedad de estos ecosistemas acuáticos en el país, los que difieren de acuerdo a la latitud y altitud. En ese gradiente encontramos vegas y bofedales, salares, lagunas andinas y costeras, humedales de los valles centrales, bosques pantanosos, entre otros. Muchos de estos están en áreas urbanas y con ello se distinguen como humedales urbanos para efectos regulatorios, que recientemente tienen una figura que permite gestionar su resguardo. Sin embargo, entre los diversos humedales descritos, también pueden localizarse en el ámbito rural, el cual no cuenta con medidas de cuidado frente actividades productivas u obras civiles. Su futuro es incierto.

“Bajo este escenario de los humedales en zonas rurales, nos pareció que debíamos impulsar un estudio que permita conocer su actual estado y con ello gestionar posibles medidas de protección para estos espacios naturales donde habitan cientos de especies”, sostuvo el gobernador regional, Pablo Silva Amaya.

Solo en la cuenca del río Rapel, están descritos en el catastro del Inventario Nacional de Humedales (2020) del Ministerio del Medio Ambiente, 4.681 humedales (naturales y artificiales), clasificados en costeros, ribereños, tranques, embalses, andinos, entre otros. La información de estos humedales es aún escasa y requiere un esfuerzo social y político transformador. Esto es justamente el sello del proyecto “Diagnóstico integral para siete humedales rurales de la Región de O’ Higgins, alternativas de protección y gestión”, financiado y liderado por el Gobierno Regional de O’Higgins, y ejecutado por científicos asociados a la Corporación Chile Ambiente. 

Humedales priorizados

El proyecto incluye seis municipios de la región y siete humedales integrados a las subcuencas hidrográficas de los ríos Tinguiririca y Cachapoal, que busca poner en valor este tipo de humedales rurales. “En primera instancia el Gobierno Regional inició un trabajo de levantamiento con los municipios de la región, para identificar y priorizar humedales rurales que a partir de sus características ambientales y, en especial, el interés de la comunidad, puedan ser estudiados para una futura gestión de sus recursos naturales”, explica el gobernador de O’ Higgins, Pablo Silva Amaya.

Fruto de este trabajo de priorización, se identificaron seis comunas que contaban con humedales con potencial de ser abordados en un proyecto piloto: Coinco (humedad la Poza), Las Cabras (humedal El Carmen), Malloa (humedal La Capilla), Mostazal (humedal El Cupio), Nancagua (humedal Aguas Claras) y Pichidegua (humedal Las Juntas y humedal Estero Cadenas). 

El director de Chile Ambiente, Patricio Rodrigo, plantea que el estudio socioambiental de estos siete humedales rurales contempla la caracterización y la evaluación de eventuales figuras de gestión: “Esto incluye delimitar ambientalmente el área de cada humedal, determinar el régimen de propiedad asociado a un polígono propuesto, identificar especies nativas, endémicas e invasoras y conocer sus principales amenazas al tiempo que identificar el uso que hacen las comunidades de estos ecosistemas naturales para proyectar, a partir de un cuidadoso proceso, cómo gestionar y usar cuidadosamente estos ecosistemas”, señala.

Seguimiento de humedales

De acuerdo al grupo de expertos, conocer las características ecológicas de los humedales permitirá conocer las condiciones actuales de estos ecosistemas, y, a futuro, iniciar, por ejemplo, un programa de restauración, el monitoreo o seguimiento de estos humedales para conocer su evolución, prevenir cambios severos e irreversibles (antrópicos), así como relevar su importancia social y ecológica con la comunidad. “Lo anterior permite tomar decisiones informadas y realistas, sin intervenir en los ecosistemas arbitrariamente”, asegura el director de Chile Ambiente.

De acuerdo a Héctor Morales, jefe de la División de Planificación y Desarrollo Regional del Gore O’Higgins, hacer un levantamiento de los humedales rurales está en la línea del trabajo de este gobierno regional: “Vemos un vacío legal en cuanto a los humedales que no son urbanos, en una región ampliamente rural y quisimos comenzar con un proyecto piloto de 6 comunas. Lo que buscamos, es hacer un modelo de gestión de estos humedales, que nos permita ampliarlo a otras comunas”.

“El contexto natural que tiene la comuna, con un cordón montañoso por un lado y el río Cachapoal por el otro, da pie a la existencia de humedales que forman parte de la vida diaria de todos los coincanos y de la gente que nos visita. Por lo tanto, que hoy día que se dé la posibilidad –a través de estas iniciativas financiadas y lideradas por el GORE–, de fortalecer, rescatar, mantener y conservar y, además, promocionar nuestros humedales, es motivo de orgullos para la comuna”, aseguró Juan Abarca, alcalde de la Comuna de Coinco.

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